18 diciembre 2008

Adolfo Hitler (Segunda Parte)

De vuelta a Múnich, Hitler ingresó en un pequeño partido ultraderechista, del que pronto se convertiría en dirigente principal, rebautizándolo como Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP). Dicho partido se declaraba nacionalista, antisemita, anticomunista, antisocialista, antiliberal, antidemócrata, antipacifista y anticapitalista, aunque este último componente revolucionario de carácter social quedaría pronto en el olvido; este abigarrado conglomerado ideológico, fundamentalmente negativo, se alimentaba de los temores de las clases medias alemanas ante las incertidumbres del mundo moderno. Influenciado por el fascismo de Mussolini, este movimiento, adverso tanto a lo existente como a toda tendencia de progreso, representaba la respuesta reaccionaria a la crisis del Estado liberal que la guerra había acelerado.

Sin embargo, Hitler tardaría en hacer oír su propaganda. En 1923 fracasó en un primer intento de tomar el poder desde Múnich, apoyándose en las milicias armadas de Ludendorff («Putsch de la Cervecería»). Fue detenido, juzgado y encarcelado, aunque tan sólo pasó en la cárcel un año y medio, tiempo que aprovechó para plasmar sus estrafalarias ideas políticas en un libro que tituló Mi lucha y que diseñaba las grandes líneas de su actuación posterior.

De nuevo en libertad desde 1925, Hitler reconstituyó el NSDAP expulsando a los posibles rivales y se rodeó de un grupo de colaboradores fieles como Goering, Himmler y Goebbels. La profunda crisis económica desatada desde 1929 y las dificultades políticas de la República de Weimar le proporcionaron una audiencia creciente entre las legiones de parados y descontentos dispuestos a escuchar su propaganda demagógica, envuelta en una parafernalia de desfiles, banderas, himnos y uniformes.

Combinando hábilmente la lucha política legal con el uso ilegítimo de la violencia en las calles, los nacionalsocialistas o nazis fueron ganando peso electoral hasta que Hitler -que nunca había obtenido mayoría- se hizo confiar el gobierno por el presidente Hindenburg en 1933.

Desde la Cancillería, Hitler destruyó el régimen constitucional y lo sustituyó por una dictadura de partido único basada en su poder personal. El Tercer Reich así creado fue un régimen totalitario basado en un nacionalismo exacerbado y en un complejo de superioridad racial sin fundamento científico alguno.

ras la muerte de Hindenburg, Hitler se hizo nombrar Führer o «caudillo» de Alemania y se hizo prestar juramento por el ejército. La sangrienta represión contra los disidentes culminó en la purga de las propias filas nazis durante la «Noche de los Cuchillos Largos» (1934) y la instauración de un control policial total de la sociedad, mientras que la persecución contra los judíos, iniciada con las racistas Leyes de Núremberg (1935) y con el pogromo conocido como la «Noche de los Cristales Rotos» (1938) culminó con el exterminio sistemático de los judíos europeos a partir de 1939 (la «Solución Final»).

La política internacional de Hitler fue la clave de su prometida reconstitución de Alemania, basada en desviar la atención de los conflictos internos hacia una acción exterior agresiva. Se alineó con la dictadura fascista italiana, con la que intervino en auxilio de Franco en la Guerra Civil española (1936-39), ensayo general para la posterior contienda mundial; y completó sus alianzas con la incorporación del Japón en una alianza antisoviética (Pacto Antikomintern, 1936) hasta formar el Eje Berlín-Roma-Tokyo (1937).


en la semana volvemos con la ultima parte

Desembarco en Normandía


Estrategias del ataque


Aliados: Consistió en desorientar a los alemanes mediante una serie de tácticas. Hitler creyó que era un falso desembarco sobre Normandía y pensaba que el desembarco principal ocurriría en Calais.

Crearon un alojamiento entre Sena y Loira, de donde partiría la ofensiva general en dirección al río Rhin.

Otra de las estrategias fue destruir la mayor cantidad posible de bases de la fuerza aérea alemana en el norte francés; la intensificación de los bombardeos sobre Alemania, consiguiendo que trasladen una gran cantidad de aviones caza desde Francia hacia dicho país.


Alemania: El fortalecimiento de las costas, por miedo a un desembarco por parte de los aliados fue una de las estrategias que utilizaron los alemanes.

También fueron plantadas alrededor de 10.000 bombas en las costas francesas.



Preparativos


La misión, dirigida por el Comandante Supremo Eisenhower, consistía en desembarcar en las playas, abrir una cabeza de puente de 80 Km, romper la resistencia alemana, entrar en la llanura francesa, liberar París y abrir el paso para penetrar en Alemania, para encontrarse con las fuerzas rusas y finalizar la guerra con la rendición del eje.

Los aliados contaban con más de tres millones de soldados, mientras que los germanos con alrededor de dos millones.



El desembarco


En la madrugada del 6 de Junio de 1944 la batalla comenzó cuando los paracaidistas estadounidenses y las fuerzas especiales británicas lograron colocarse detrás de la primera línea defensiva alemana, impidiendo que los refuerzos alemanes sean rápidos.

El objetivo era destruir las vías de comunicación y la artillería enemiga.

Los soldados estadounidenses, británicos y canadienses desembarcaron en las playas la noche anterior, con nombres en clave: Omaha y Utah (estadounidenses), Sword y Gold (británicos) y Juno (canadienses). En el desembarco participaron alrededor de 175.000 soldados. Al anochecer la cabeza de playa estaba tomada y durante las semanas siguientes comenzaron a desembarcar miles de soldados aliados. La playa más difícil de tomar fue la Omaha, en donde murieron 6.000 estadounidenses y 15.000 fueron heridos. Sin embargo, aunque allí murió el 50% de los que llegaron en la primera oleada, los soldados pudieron atravesar la playa y con dinamita destruyeron las fortificaciones.


En las siguientes semanas los aliados se dedicaron a consolidar el frente. Los norteamericanos lanzaron una ofensiva sobre St. Lô, al oeste, y los británicos sobre Villers-Bocage, cerca de Caen. La primera se detuvo antes de llegar al pueblo, y la segunda resultó un fracaso, que obligó a una retirada de las fuerzas británicas.

Omaha fue el desembarco más duro de la II guerra mundial en Europa. En Omaha desembarcaron tropas norteamericanas. La playa era muy difícil de tomar porque sus defensas no habían sufrido muchos daños tras los bombardeos, pero fueron destruidas con dinamita por las tropas que llegaron allí.


El 25 de Julio se desató otra ofensiva norteamericana, precedida de un bombardeo aéreo masivo. En los días siguientes cayeron las poblaciones de Coutances y Avranches. El III Ejército de EEUU, mandado por el general George Patton, se desvió al oeste para tomar los puertos de Bretaña.


El contraataque alemán se dio un mes después del primer desembarco en Normandía, con el fin de aislar a las fuerzas de Patton.

Montgomery ordenó que fuerzas estadounidenses de Patton lo rodearan por el sur, mientras que el ejército canadiense atacaba por el norte, en dirección a Falaise. El 20 de agosto se cerró la bolsa, si bien una parte de las fuerzas alemanas había conseguido escapar antes. El resto de las divisiones se rindieron.


Luego de la retira de los alemanes, las fuerzas aliadas cruzaron el Sena, para la liberación de París.


El éxito del desembarco permitió el rápido avance de las tropas aliadas hacia el corazón de Francia. El desembarco fue uno de los elementos clave de la derrota del III Reich.